Sol de invierno

 Durante esta semana y a pesar de las bajas temperaturas nocturnas hemos gozado de unas tardes verdaderamente primaverales, con un solecillo que realmente invitaba a buscar reptiles... aunque a mí, me haya podido la siesta...

Una lagartija roquera (Podarcis muralis) emerge de
su refugio en busca de calor.
Foto: Óscar Zuazo.

 Craso error el mío. Tal y como muestran las observaciones de lagartija roquera (Podarcis muralis) que Óscar Zuazo pudo efectuar ayer durante una excursión familiar por la zona de Bonicaparra -Ezcaray-. Con este sol de invierno, poco parece importarles a las lagartijas encontrarse a más de 1.200 metros de altitud y con la nieve no muy lejos de allí, pues calientan sus cuerpos plácidamente sobre las rocas y la vegetación próxima a sus refugios tal y como harían en una mañana soleada de primavera.

Un macho de lagartija roquera (Podarcis muralis) aprovechando los rayos del sol invernal.
 Foto: Óscar Zuazo.

 La especie ya había sido citada anteriormente en la misma cuadrícula en el trabajo de Verdú et al. publicado en 1986; Contribución al Atlas Herpetológico de La Rioja. Zubía (4): 87-114.

 Aunque resulta curioso, no es raro encontrar lagartijas -al ser pequeñas necesitan menos calor para calentar sus cuerpos- en días apacibles de invierno. Para las fechas en las que estamos, les pediría a los Reyes Magos que nos trajesen un poquito más de frío y sobre todo de lluvia, que por aquí -aunque el otoño fue bueno- ya hace bastante que no cae agua en abundancia y lo último que necesitan nuestros anfibios es un tercer año de sequía primaveral. De momento, habrá que estar más atento a los días soleados, en los que seguro algún reptil de mayor tamaño saca también la cabeza de su agujero.

 Muchas gracias Óscar por compartir...

     Herpetosaludos!