La frenética actividad humana está provocando una crisis ambiental global, que a su vez se está traduciendo en la pérdida sistemática de la biodiversidad. En la década de los 90 se discutió mucho sobre si los datos existentes hasta la fecha podían corroborar científicamente el declive global de los anfibios, pero existían menos evidencias del declive de los reptiles. Lo que resulta innegable es que los anfibios, y en gran medida también los reptiles, presentan características singulares que los hacen especialmente sensibles a las alteraciones ambientales.
Aunque es evidente que la pérdida del hábitat natural representa, en general, la principal causa de desaparición de la fauna silvestre, el problema se agudiza en el caso de los anfibios y reptiles debido a su estrecho vínculo con sus hábitats y biotopos motivado por su escasa movilidad, lo que les hace especialmente sensibles a cambios locales concretos que impliquen la destrucción, alteración o contaminación de los mismos. Presumiblemente el mayor problema para dibujar tendencias de especies y poblaciones en el territorio español es poseer series históricas de datos en las que se puedan detectar los cambios en la distribución y/o abundancia de los herpetos en nuestro país. Mientras en diversos países europeos y en Norteamérica existen registros históricos, a veces de más de un siglo, aquí no contamos más que con observaciones puntuales repartidas por toda la geografía española.
Dibujo de un sapillo pintojo meridional (Discoglossus jeanneae), seguramente el anfibio más amenazado de La Rioja. |
Ante esta tesitura, uno puede estar cruzado de brazos compadeciéndose, o puede actuar diseñando y poniendo en marcha iniciativas que sirvan de test de evaluación para nuestra biodiversidad. Al respecto ya existen iniciativas para otro grupos faunísticos como las aves (NOCTUA y SACRE) y mariposas (BMS). La Asociación Herpetológica Española (AHE) diseño hace unos años el programa de seguimiento a largo plazo de anfibios y reptiles (proyecto SARE), que surgió ante la necesidad de contar con series temporales amplias que pudieran detectar tendencias poblacionales a largo plazo para la herpetofauna española. Ya se han cumplido 4 años desde su inicio, y si bien se han cumplido las expectativas en cuanto a número de participantes y cuadrículas seleccionadas, existen dos grandes deficiencias que deben subsanarse a la mayor brevedad. Por un lado las cuadrículas escogidas para el muestreo se han concentrado en unas pocas comunidades autónomas, y sobre todo que una parte importante de las cuadrículas elegidas (entre un 30-40%) no han sido muestreadas.
Cuadrículas seleccionadas por voluntarios inscritos en el proyecto SARE. |
Aunque existen extensas áreas sin muestrear en todo el territorio nacional y el número de riojanos aficionados a la herpetologia va en aumento, La Rioja es una de las pocas comunidades de la que NO se dispone de datos de muestreo.
Ion Garin, coordinador del SARE para La Rioja, en acción. |
Desde este blog, os animamos a que participéis en este proyecto y esperamos poder predicar con el ejemplo en breve. Para cualquier duda podéis poneros en contacto con el coordinador regional en el siguiente mail: igarin@aranzadi-zientziak.org.
Herpetosaludos!
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