martes, 17 de marzo de 2015

No más pinos por favor...

  Según afirmaba hace algo más de un año el nº42 de la revista de medio ambiente del Gobierno de La Rioja; "Páginas de Información Ambiental", en La Rioja se repobla cada año alrededor de 1.000 hectáreas de terreno. Según rezaba este panfleto, en La Rioja se han plantado unos 1'2 millones de árboles por campaña durante los últimos 15 años. Esto, no es más que uno de los medios que tiene la administración de lavar su imagen y teñirse de verde, aunque sea un verde vandálico, como veremos a continuación... Afortunadamente, no todo lo plantado son pinos, ni todos los pinos agarran.


Pinar autóctono de pino carrasco (Pinus halepensis) en el Vedado de Eguaras -Bardenas Reales-. Pueden 
observarse pinos de distintas edades, así como un sotobosque formado por romeros, lentiscos, sabinas, etc.


 ¿Por qué se plantan pinos?

 Nos dirán que para evitar la desertificación, para controlar la erosión... Supuestamente para recuperar un hábitat que fue degradado... NADA MÁS LEJOS. Se plantan pinos porque a los miopes ojos de la mayoría de personas es más bonito el color verde. Se plantan pinos porque puede considerarse -aunque en muchos casos no lo sea- como una inversión para los ayuntamientos en forma de aprovechamiento de leña o acotado de setas. Se plantan pinos porque hay un buen puñado de ingenieros forestales viviendo de las administraciones y tienen que justificar de algún modo su existencia. Se plantan pinos porque así los alcaldes y concejales se suben al carro de la ecología, Se plantan pinos...

 Elegir la razón que más os guste, pero no creáis que se hace una labor conservacionista plantando pinos sin ton ni son. El hábitat "original" en los valles riojanos no consistía en espesos y cuadriculados pinares, sino en bosques mediterráneos de coscoja, encina y acaso algún pino carrasco, que se encontraban más o menos aclarados, dependiendo de la zona y el pastoreo existente.


 ¿Por qué se daña al medio ambiente?

Retroaraña cavando hoyos para plantar pinos en una ladera
con presencia de víbora hocicuda (Vipera latastei).
Foto: Óscar Zuazo.
 Porque se acaba con la biodiversidad. Porque se destruyen los últimos retazos remanentes de vegetación mediterránea autóctona y todas las especies asociadas a ellas terminan por desaparecer al verse alterado su nicho ecológico. Unas veces se labra el terreno con un bulldozer, lo que arrasa el ecosistema existente, otras se cavan hoyos con retroexcavadora... para después plantar pinos a troche y moche y con muy poco espacio entre si. Esto último, provoca una gran competencia entre ellos, por lo que crecen estirados y raquíticos, a la par que tapizan el suelo con sus acículas secas -acidificándolo- y bloquean la entrada de la luz del sol con sus copas. De este modo dificultan que otras especies vegetales crezcan y por tanto, impiden el desarrollo del sotobosque. Como resultado, podemos pasar de tener una "horrorosa" ladera poblada de tomillos, espartos, lavandas y lastones, en la que viven arlequines, lagartos y perdices... a tener un maravilloso y espléndido desierto verde que sólo puede servir de dormidero a algunas aves, que para buscar su alimento deberán trasladarse a algún otro lugar que albergue vida.


Así luce una repoblación con el paso de los años... sólo los pinos crecen de forma raquítica.


 ¿Qué especies se ven afectadas?

 Aparte de las ya comentadas, todas aquellas que se encuentren asociadas al matorral mediterráneo.
Especies cinegéticas como el conejo y la perdiz también
se ven afectadas por las repoblaciones irracionales.
 En La Rioja podemos hablar de plantas tan conocidas y/o características como el romero (Rosmarinus officinalis), enebros y sabinas (Juniperus sp.), el espino negro (Rhamnus lycioides), la coscoja (Quercus coccifera), el espantalobos (Colutea arborescens), la aristoloquia (Aristolochia pistolochia), la ontina (Artemisia herba-alba), el sisallo (Salsola vermiculata), el lentisco (Pistacia lentiscus), la madreselva (Lonicera etrusca) o la efedra (Ephedra fragilis), entre otras muchas. Insectos como la escasa mariposa arlequín (Zerynthia rumina), la mantis mediterránea (Iris oratoria) o incluso las importantísimas abejas (Apis melifera). También especies cinegéticas tan emblemáticas como el conejo (Oryctolagus cunniculus) o la perdiz (Alectoris rufa), que si bien encuentran refugio dentro de las repoblaciones en tanto que los pinos son jóvenes, con el paso de los años ven como su hábitat queda transformado en un estéril bosque caricaturizado.

 En cuanto a nuestra herpetofauna, cuatro de las especies más raras y amenazadas de nuestros reptiles se ven afectadas gravemente por las repoblaciones de coníferas. El eslizón ibérico (Chalcides bedriagai), las lagartijas cenicienta (Psammodromus hispanicus) y colirroja (Acanthodactylus erhythrururs) y la víbora hocicuda (Vipera latastei), sobreviven a duras penas y en forma de poblaciones aisladas en los pocos rincones que la agricultura y las infraestructuras les han dejado y que ahora se ven amenazados por este afán repoblador. Los anfibios también pueden verse afectados de forma indirecta, debido a la acidificación que producen las acículas de los pinos caídas, que pueden alterar el ph del suelo y de las charcas donde se reproducen.


Pinar-coscojar natural en la Bardena Aragonesa. Representa un ecosistema
mediterráneo de verdad, en contraposición con una insípida repoblación.
Foto: Ignacio Arróspide.
 ¿Por qué el pino?

 Ante esta situación lo lógico sería preguntarse; ¿Por qué no se plantan encinas y coscojas en lugar de pinos?... Lo cierto es que encinas y coscojas también se plantan, pero en un número muy inferior al de pinos. Lamentablemente estas plantas tienen un agarre más débil, un crecimiento lento y una resistencia a las sequías menor que el pino carrasco. Hay que reconocer que una vez perdido el mantillo original, si queremos encinas primero debemos plantar pinos que sirvan de refugio y "soporte" a futuros plantones de encina. Después, a medida que los árboles vayan creciendo, lo ideal sería ir aclarando los pinos hasta su casi total eliminación -o al menos su equidad respecto a las encinas-. Por supuesto, habría que abrir los ojos y mirar donde se repobla, respetando laderas de vegetación autóctona protegida y lugares de reproducción de especies faunísticas que requieran protección. Pero no, eso sería hacer las cosas bien, lo cual requiere un esfuerzo y una planificación. En realidad, resulta mucho más sencillo plantar pinitos, que crecen muy rápido y hacen muy bonito... aunque luego se conviertan en un polvorín capaz de arder con la más mínima chispa.


 Algunos ejemplos del despropósito:

 Estos son sólo cuatro ejemplos del resultado derivado de las repoblaciones de coníferas, por desgracia, hay muchos más...

 -Alto del Tío Borde.

Ortofoto del Alto del Tío Borde tomada por satélite. Pincha
 en 
la imagen para verla en detalle.
 Con el motivo -o excusa- de redimir lo que en su día fue un vertedero de residuos procedentes del cultivo del champiñón, se repobló hace ya bastantes años el alto del tío Borde, un pequeño cerro situado al norte de Pradejón. Un lugar cuya vegetación autóctona estaba catalogada de interés especial y en el que había -sí, hablo en pasado- lagartija cenicienta. Como si de una persecución expresa a las lagartijas se tratara, no se limitó la repoblación al mencionado cerro, sino que con el paso de los años se extendió a todas las laderas y baldíos aledaños. No sólo las lagartijas resultaron desahuciadas, a día de hoy también los mochuelos y las perdices se están viendo obligados a emigrar al quedar su hogar transformado en una zona arbolada.




Aspecto del Alto del Tío Borde tras las repoblaciones.

 Hay quien dice que eso está mejor así, que antes era un basurero... Pero lo cierto es que sobre la mierda -como es lógico- no se plantó ni un sólo pino, simplemente creció la hierba. Eso sí, cada vez que llueve negros lixiviados envenenan la vertiente norte del cerro, mientras que todos los tomillares y lastonares de la zona quedaron irremediablemente arrasados por la vorágine repobladora.

 -Sierra de Préjano.

Ortofoto de la Sierra de Préjano tomada por satélite. Pincha
 en la imagen para verla en detalle.
 Resulta desolador transitar por el puerto de Vallaroso, entre Cornago y Enciso, para comprobar como el paisaje se encuentra destrozado por la presencia de pequeños mojones de tierra, uno por cada pino plantado. Casi 3.000 hectáreas de superficie ultrajada, de las cuales dirán los miopes que aquello es muy feo, que está "mu' pelao". Me pregunto yo si aquello se llenase de estirados y sombríos pinos... ¿Dónde cantaría el escaso escribano hortelano (Emberiza hortulana)? ¿Dónde anidarían los aguiluchos pálidos (Circus cyaneus)?¿Dónde cazaría el águila real (Aquila chrysaetos) y berrearían los ciervos (Cervus elaphus)? y por supuesto... ¿Qué pasaría con el hábitat de la víbora hocicuda, especie que es la serpiente más rara y amenazada de La Rioja y al mismo tiempo del resto de la Península Ibérica?



Vista de parte de la Sierra de Préjano, con Peña Isasa al fondo, desde el puerto de Vallaroso.

 Parece que una buena parte de las repoblaciones que se cebaron sobre este lugar acabaron en fracaso, pues pasa el tiempo y la panorámica no termina de verdear por completo. ¿No podía haberse planificado mejor y repoblar únicamente las zonas más favorables para el agarre de los plantones?... tiempo, dinero y esfuerzo, que bien pudieran haberse empleado para otros menesteres.

 -Los Agudos.

¿No hay suficientes pinos ya en Los Agudos? Ortofoto de
"El Espartal" que muestra recientes repoblaciones sobre
laderas de vegetación autóctona. Pincha en 
la imagen para verla en detalle.
 A mediados del pasado siglo se repoblaron con pino carrasco alrededor de 1.300 héctareas en la cara norte del monte de Los Agudos, situado entre las localidades de Autol, Aldeanueva de Ebro y Calahorra. Hoy en día se trata de una repoblación madura con algunos ejemplares de gran porte, que necesita urgentemente una intervención de aclarado y repoblación con especies autóctonas como la encina. Si bien es cierto que se han aclarado muchas zonas y se ha plantado alguna encina, estas actuaciones son todavía insuficientes -cuando no están mal ejecutadas-. Además, todavía siguen repoblándose con pinos los escasos "trozos" que quedan de vegetación autóctona, a pesar de que la regeneración del pinar está garantizada. ¿Acaso no hay ya suficientes pinos en Los Agudos?...




Dentro de unos años, cuando los pinos crezcan, el olvidado monumento a Félix Rodriguez de La Fuente
 que hay en Calahorra pasará a ser invisible para todo aquel que no lo conozca.

 Como ejemplo del total desprecio por la naturaleza que constituyen estas nuevas repoblaciones, puede erigirse la que "asfixia" el ya de por si descuidado monumento a Félix Rodriguez de La Fuente, situado cerca del humedal de La Degollada.

 -El Cerro Mirabel.

Ortofoto del Cerro Mirabel tomada por satélite. Pincha en
la imagen para verla en detalle.
 Otro caso de escándalo es la repoblación del Cerro Mirabel en Grañón. Un cerro que por su aspecto supone un elemento insustituible del paisaje de ese rincón riojalteño. Un capricho de la naturaleza que fue labrado en su totalidad y repoblado en el año 2008. Repoblación que según el blog al que lleva este enlace, costó 50.000 euros de dinero público y que ha resultado ser un completo fracaso, puesto que a día de hoy sólo queda con vida algún pino en su cara norte.

Vista del Cerro Mirabel desde Santo Domingo de La Calzada.

 Parece que los responsables no entienden cosas tan básicas como la asfixia radicular en ese tipo de terrenos tan compactos, a menudo colmados de agua en invierno y tan secos en verano. ¿O será que no les importa?... yo ya no sé que pensar, pero muchas zonas de los alrededores han sido o están siendo repobladas del mismo modo y con similar éxito.


 Lamentablemente a día de hoy poco se puede hacer al respecto. Es necesario que la opinión general, tanto de los ciudadanos como de sus representantes políticos, cambie respecto al concepto de naturaleza. Tenemos la mente educada a ver la naturaleza únicamente reflejada en los árboles y el color verde, lo que resulta absolutamente irreal. En el medio natural se encuentran todas las formas, todos los colores y cada uno donde le corresponde. Es una cuestión de educación ambiental, materia que en los tiempos que vivimos difícilmente tiene cabida. Tal vez tengamos que enfocarlo de otro modo y preguntarnos; ¿Por qué se malgasta el dinero de todos plantando pinos, a la vez que se destruye nuestro maltrecho patrimonio natural?

     Herpetosaludos!

10 comentarios:

  1. Interesante y razonado análisis. Muy buena pedrada a quienes "administran" nuestros montes. Y la piedra no se deja caer desde arriba, sino que se lanza con virtud de causa. Que siga esa trayectoria!

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    1. Gracias amigo por el apoyo. Pero no vayamos a pensar que ahora toda la culpa recae únicamente sobre las administraciones y los ingenieros de montes. La opinión general de la gente pesa mucho y las repoblaciones podemos decir que están bien vistas. De no estarlo la cosa cambiaría... y mucho.

      Un saludo!

      Javier.

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  2. Como bien dices, se pueden repoblar zonas pero siguiendo otros criterios. Y con especies autóctonas. Existe mucha hipocresía en estos temas. Y por cierto, para los que sólo les gusta el verde, hay zonas esteparias chulisimas.
    UN SALUDAZO

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    1. Así es. Nada hay como un páramo, una llanura esteparia o un erosionado desierto... dejemos el verde para las ensaladas, las tierras atlánticas y los bosques boreales. ;)

      ...también para la maquia y el bosque mediterráneo, allí donde quede representación de ellos.

      Un saludo!

      Javier.

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  3. Buffff aquí hay demasiado tomate para rebatir.

    Una de las mayores barbaridades que te he leído ha sido lo del ciervo y el águila real.
    Los ciervos son animales que se refugian en el bosque, obviamente necesitan lugares claros para llevar una vida realmente sana, pero sin el bosque no existirían y tendrían que emigrar a otras zonas o ser presa fácil de cualquier cazador.
    El águila real al igual que la imperial resulta que tienen entre sus mayores aliados al Pinus pinea por poner un ejemplo, en el cual anidan muchas veces.

    Soy forestal, no ingeniero.
    No estoy a favor de las reforestaciones de monocultivo del pino (aunque en algunos casos sí que son muy beneficiosas como las del Pinus sylvestris), está claro que la administración no escucha y pretende ir a lo seguro/barato. Pero tampoco estoy a favor de la no reforestación, si las personas supieran a lo que nos enfrentamos con la desertización créeme si te digo que no habrías escrito esto.
    Dices que aquí en La Rioja mejor los desiertos y las estepas y que en zonas atlánticas los bosques...... Esa frase demuestra un desconocimiento increíble de nuestro medio natural ya que incluso en el medio mediterráneo el bosque es una parte muy importante. La encina en su medio natural sin ser molestada por el hombre es un árbol que crece hasta los 20 m de altura tranquilamente y el cual habría cubierto de forma completamente natural todos esos lugares que has fotografiado de no ser por culpa de la deforestación a la que el hombre ha sometido a la tierra.
    Para más inri, La Rioja tiene un alto componente boscoso de carácter atlántico-continental. Aquí tenemos robles, hayedos, pinares eurosiberianos, incluso abetos antaño ya extinguidos por la mano del hombre y ahora reintroducidos.

    Me encantaría tener un debate contigo si este comentario no es suficiente para hacerme entender.

    Un saludo cordial.
    Daniel

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    1. Me autorespondo para añadir que ya que este es un blog de microfauna anfibia y reptil, es entendible que se piense de este modo. Pero el hecho es que esa fauna no va a desaparecer con las reforestaciones, siempre van a tener espacio suficiente entre ellas para vivir.
      Y para que entiendas algo muy importante es que sin las reforestaciones te daría exactamente igual, ya que esa coscoja, esa encina y ese pino que está en el monte acabaría bajando de forma natural hacia esas zonas y colonizándolas.
      Antes del gran desastre que produjo la Mesta y la marina española hace 5 siglos, el valle del Ebro era un auténtico bosque de pinos, chopos, sabinas, encinas, coscojas, enebros, alisos, quejigos, etc.
      Y volverá a serlo hagamos reforestaciones o no, a no ser que destruyamos el planeta en siglos venideros....

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    2. Hola Daniel, coincido completamente en que me gustaría poder debatir esto en condiciones y no a través de un teclado.

      Respecto a las barbaridades que citas sobre el ciervo y el águila real, te recomiendo que leas con detenimiento el artículo. Digo "¿Dónde berrearían los ciervos? y ¿Dónde cazaría el águila real?" Dime tú que eres forestal -lo cual no te convierte en experto en fauna y flora, si es que lo dices por eso- si los ciervos berrean en los bosques o las águilas cazan en ellos. De hecho, no los necesitan, pues ambas especies prosperan en áreas más o menos desforestadas como el Camero Viejo -por ponerte un ejemplo con el ciervo- o el Macizo del Hoggar en pleno desierto del Sáhara, en Argelia -por ponerte otro con el águila real-.

      Aclaradas estas mi barbaridades, te pido que me digas en que punto me he mostrado yo contrario a la reforestación. No es eso lo que yo he escrito aquí. Critico la repoblación masiva y "a manta" con pinos en lugares donde no procede, como saladares y zonas esteparias, donde viven especies de flora y fauna singulares y autóctonas ¿Son los pinos autóctonos de esos lugares?... no señor mio. También en laderas de media montaña, donde como dices es el lugar del bosque mediterráneo y no de esas monótonas repoblaciones que pareces defender sin argumentos, para luego decirme que no estás a su favor... ¿Te das cuenta?

      Dices que este es un blog sobre microfauna anfibia y reptil, y que de ahí sea esa mi postura... ja,ja,ja... Lo tuyo si que es cortedad de miras, ¿puedes decirme una sola especie de nuestra herpetofauna capaz de sobrevivir en un ambiente plenamente desértico?... No has entendido nada, esto no es una cruzada contra los árboles, se trata de conservar los distintos ambientes que hay en nuestra cada vez menos rica y variada región, la cual está siendo arrasada por hordas matemáticamente alineadas de pinos que distan mucho de formar un bosque.

      Y nos remnontamos a tiempos históricos, donde un dosel forestal lo cubría todo... Seguro que tú te crees eso de que "una ardilla podía cruzar la península sin tocar la tierra". Cuanto daño ha hecho esa evocadora y bucólica afirmación. Si el Valle del Ebro era un auténtico bosque de todo ese elenco de especies arbóreas que citas, dime como es que muchos de nuestros reptiles, pero sobre todo lagartijas cenicientas y colirrojas habitan nuestra tierra. Dices que esas especies no van a desaparecer con las reforestaciones, y yo añado "si se hacen bien, no". El problema es que con las actuales plantaciones de pinos, no van a desaparecer... ya lo están haciendo. Dime donde van a irse a vivir los habitantes de un cerro cubierto de tomillos y espinos si lo transformamos en un pinar... ¿Se mudarán al sembrado o a la viña que lo rodea?

      ...mucho me temo que no.

      Un saludo, también cordial.

      Javier.

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  4. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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    1. Tengo este comentario tuyo que has eliminado en mi bandeja de entrada ;)

      Parece que hasta tú mismo te has dado cuenta de las incoherencias que has escrito y que no te dejaba en muy buen lugar publicarlo.

      Un saludo, todavía cordial.

      Javier.

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  5. Los pinos han sido unos componentes fundamentales del tapiz vegetal ibérico a lo largo de todo el holoceno. Y siguen siendo una herramienta indispensable para revertir la desertificación que la necesidad humana provocó.

    Hace mucho que ningún académico tiene la misma opinión de los pinos que usted, ni ecólogos, ni aquellos que trabajan con recobstrucciones paleoambientales (y por supuesto, los forestales, que aman y conocen los bosques a partes iguales). El blog es de reptiles, y supongo que de eso habrá contenidos de calidad. Pero respecto a botánica, le veo muy muy "verde".

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