domingo, 24 de mayo de 2015

Identificación de renacuajos

 Si hay un grupo entre los herpetos riojanos que pueda representar un auténtico reto en cuanto a su identificación, este podría estar constituido por los renacuajos. En verdad se asemejan tanto, que tratar de distinguir entre sí las diferentes especies puede sonar a chiste. No obstante y aunque hay especímenes realmente difíciles de identificar, no se trata de una tarea imposible si tenemos en cuenta determinados aspectos de su anatomía.


Larva de sapo de espuelas (Pelobates cultripes), inconfundible por sus ojos situados en los laterales de la
enorme cabeza y su aspecto traslúcido.


Larva de rana común (Pelophylax perezi). Puede
apreciarse el espiráculo a la izquierda y el ano
a la derecha. Además, también tiene el
vientre blanco y la boca pequeña.
 Para poder identificar renacuajos deberemos prestar atención a su aspecto general, a la forma y extensión de su membrana caudal -cola-, y a la posición del ano y el espiráculo branquial -que aparece como una pequeña abertura que sobresale sobre el costado izquierdo o bajo el vientre-. En menor medida podemos guiarnos por el tamaño, la coloración y la intensidad de sus manchas, aunque estos son detalles que pueden variar mucho, incluso dentro de una misma población. Otros aspectos que pueden resultar diagnósticos, son el tamaño de la boca o la presencia de un fino dibujo reticulado a lo largo de toda la piel -visible a veces sólo con lupa-. También conviene tener en cuenta, que cuanto menos desarrollada se encuentre la larva, más ardua será su catalogación. Así, si nos encontramos ante renacuajos muy pequeños de ranita de San Antonio, deberemos prestar mucha atención para no confundirlos con diminutas larvas de sapo de espuelas o viceversa. Lo mismo puede ocurrirnos con renacuajos poco desarrollados de sapo partero y rana común, por ejemplo o con cualquiera del resto de especies. Debido a ello siempre nos merecerá más la pena centrar nuestros esfuerzos sobre aquellas larvas que, sin llegar a haber comenzado la metamorfosis, cuenten con cierto desarrollo.







 Sapo partero (Alytes obstetricans)


 Renacuajo de tamaño mediano o grande (6-9cm), con espiráculo ventral cercano a la boca y ano medio. Membrana caudal redondeada y con pigmentación variable, con una banda de color plateado a lo largo del vientre muy característica. Puede parecerse mucho al de la rana común, pero esta tiene el espiráculo a la izquierda, el ano orientado a la derecha y la boca más pequeña. Se encuentra normalmente en aguas permanentes, tanto estancadas como corrientes. Tarda varios meses en desarrollarse, a veces incluso alrededor de un año.





 Sapillo pintojo (Discoglossus galganoi)


 Renacuajo pequeño (2'5-3'5 cm), con espiráculo situado en mitad del vientre y ano medio. Membrana caudal redondeada y con pigmentación normalmente escasa. Posee un fino retículo a lo largo de la piel que dibuja formas irregulares. Es parecido a las larvas pequeñas del sapo partero y a las de los sapos común y corredor, aunque no es tan oscuro como estos últimos. Se encuentra normalmente en aguas someras de escasa entidad, que pueden ser tanto corrientes -pequeños arroyos- como estancadas -charcos-. Desarrollo muy rápido, en menos de un mes.




 Sapo de espuelas (Pelobates cultripes)


 Renacuajo enorme y de aspecto grotesco (8-12 cm). A menudo inconfundible por su tamaño y sus ojos situados a los lados de la cabeza. Espiráculo izquierdo dirigido hacia arriba, ano medio y con una gran membrana caudal en forma de huso y terminada en punta. Piel traslúcida, por lo general escasamente pigmentada. Los individuos recién eclosionados se parecen a las larvas de la ranita de San Antonio, pero carecen de su característica franja oscura. Suele encontrarse en masas de agua estancada y debido a que precisa varios meses para su desarrollo, estas han de tener cierta entidad, normalmente con más de 50 cm. de profundidad.




 Sapillo moteado (Pelodytes punctatus)


 Renacuajo mediano (5-6 cm), con espiráculo en el lado izquierdo dirigido hacia arriba y ano medio. Membrana caudal puntiaguda y habitualmente poco pigmentada. Presenta un fino retículo a lo largo de todo el cuerpo que forma líneas perpendiculares y paralelas. Cuando alcanza cierto desarrollo, una línea sensorial es visible a simple vista a lo largo de la cara y los costados. Paquete intestinal perfectamente visible, lo que lo hace prácticamente inconfundible con cualquier otra larva. Suele encontrarse en aguas estancadas con independencia de su volumen, aunque preferentemente con algo de vegetación. Desarrollo rápido, alrededor de un mes o incluso menos.


 Sapo común (Bufo spinosus)


 Renacuajo pequeño (2'5-3'2 cm) de color muy oscuro, casi negro. Espiráculo izquierdo, ano medio y membrana caudal redondeada en su extremo. Las larvas desarrolladas suelen estar salpicadas de pequeñas motas de color dorado. Muy difícil de distinguir de la larva del sapo corredor. Puede encontrarse tanto en aguas corrientes como estancadas, normalmente profundas y de cierta entidad, pero a veces en charcos, cunetas, etc. Desarrollo rápido, alrededor de un mes o incluso menos.





 Sapo corredor (Bufo calamita)


 Renacuajo pequeño (2'2-3 cm) de coloración negruzca. Espiráculo izquierdo, ano medio y membrana caudal redondeada en su extremo. Las larvas desarrolladas suelen presentar una mancha blanquecina en el mentón. Muy difícil de distinguir de la larva del sapo común. A diferencia de este, suele encontrarse en masa de aguas pequeñas y poco profundas como cunetas, rodadas de caminos o charcos. Desarrollo muy rápido, en menos de un mes.






 Ranita de San Antonio (Hyla molleri)


 Renacuajo de tamaño mediano (4-5 cm), con espiráculo en el lado izquierdo y ano dirigido hacia el lado derecho. Membrana caudal extensa y ahusada, terminada en punta. Pigmentación escasa, pero con una franja oscura a lo largo de la región muscular de la cola. Puede asemejarse a las larvas poco desarrolladas del sapo de espuelas, pero estas tienen el espiráculo ligeramente dirigido hacia arriba, el ano situado en la línea media del cuerpo y carecen de la franja negruzca en la región muscular. Se encuentra habitualmente en aguas estancadas, por lo general de escasa entidad y con cantidad de vegetación en las orillas. Tarda en desarrollarse entre mes y medio y tres meses.


 Rana común (Pelophylax perezi)


 Renacuajo grande (6-10 cm) con espiráculo en el lado izquierdo y ano dirigido hacia el lado derecho. Membrana caudal normalmente muy pigmentada, terminada en punta. Vientre blaquecino. Parecido a la larva del sapo partero, pero esta tiene la cola más redondeada, el espiráculo ventral y una banda plateada a lo largo del vientre, que suele ser oscuro. Puede encontrarse en cualquier masa de agua independientemente de su tamaño o grado de agitación. Desarrollo de varios meses, a veces incluso alrededor de un año.





 Para poder apreciar bien los detalles, lo más recomendable es tomar al renacuajo junto con algo de agua en una bolsa transparente o mejor aún en un pequeño acuario de plástico que podamos transportar con facilidad. De este modo podremos observar su espiráculo -cosa muy difícil de hacer con el renacuajo sacado del agua- y la manipulación del individuo será mínima. Debemos procurar no manipularlos nunca con las manos, pues el calor de nuestro cuerpo puede dañarlos y destruir la capa de mucosa que les recubre y protege. Si bien al principio puede resultar frustrante, conforme vayamos cogiendo práctica y adquiriendo experiencia, no sólo nos daremos cuenta de que determinar la especie a la que pertenece un renacuajo no es algo tan difícil, sino que en muchas ocasiones, seremos capaces de identificarlos de un vistazo... sin ni siquiera tener la necesidad de cogerlos.

     Herpetosaludos!


 -Exceptuando a la ranita de San Antonio, el resto de ilustraciones de larvas de anfibios se encuentran basadas en unos dibujos realizados por el naturalista valenciano Vicente Sancho.

12 comentarios:

  1. Muy claras las explicaciones y muy ilustrativos los dibujos. Enhorabuena!

    ResponderEliminar
  2. Parece fácil si lo explican de esta manera... un abrazo.
    Abel

    ResponderEliminar
  3. Tendré que ponerme con ello algún día, a ver si consigo aclararme. Un saludo y gracias por estas ayudas

    ResponderEliminar
  4. ¡Graaande! ¡Qué tío! ¡Enhorabuena, me encanta!

    ResponderEliminar
  5. La mejor info que he visto, gracias a los dibujos es más facil. ;)

    ResponderEliminar
  6. Hola Javier:He visto en tu blog unos dibujos de larvas de anfibios que me has tomado prestados y coloreado.
    La verdad es que no me importa, al contrario, me gusta que sean útiles, pero al menos podías citar la fuente. En la clave de donde los has sacado también yo ponía el (c), que lo sepas.

    Pues eso, un saludo herpetológico.

    Vicente Sancho

    ResponderEliminar
  7. Hace poco encontré un animalito muy parecido, pero no era ninguno de estos.
    La silueta corporal era muy parecida
    Su cola terminaba en dos puntas y tenia dos tipos de bigotes en la cabeza.

    ResponderEliminar
  8. Podrías ayudarme con la identificación de unos renacuajos? No soy capaz de distinguir cuál de ellos es. Gracias

    ResponderEliminar
  9. Me gustaría saber qué tipo de renacuajos son los que tengo son muy negros

    ResponderEliminar
  10. Una vez encontré una especie de renacuajos de color rosa en España, hablo de hace más de 20 años, estaban dentro de una fuente, tenían la cabeza muy grande y una cola fina

    ResponderEliminar
  11. ¡Gracias por la información! Actualmente estoy Bufo Spinosus.

    ResponderEliminar
  12. Magnífico! Gracias por ilustrarnos!

    ResponderEliminar