Muerte sobre el asfalto caliente

 ¿Quién no ha visto más de una vez el brillante vientre de una enorme culebra retorcido e inerte sobre el asfalto?... Con la llegada del buen tiempo millones de serpientes mueren cada año en nuestras carreteras. Los atropellos de fauna en general, representan un problema de conservación grave y de difícil solución. En el caso de las serpientes, y de muchas otras especies de reptiles, existe el problema añadido de que son los propios animales los que buscan la carretera, ya que el asfalto, calentado por los rayos solares constituye un lugar ideal para termorregularse y cargar pilas.

Tan quieta como un palo... una culebra de escalera (Rhinechis scalaris) se tiende sobre un camino para
regular su temperatura. De este modo aprovecha tanto los rayos solares, como el calor que
 se irradia desde el suelo, resultando este mucho mayor en las vías asfaltadas.

 Para llamar la atención sobre esta amenaza, propongo un ejercicio consistente en anotar cada ejemplar que encontremos atropellado únicamente entre los días 15 de mayo y 15 de junio -ambos inclusive-. Estos días coinciden con el periodo de máxima actividad de nuestras serpientes y por norma general suele ser un mes verdaderamente trágico para ellas. Es ante todo un experimento que podemos hacer cada uno a título personal y que no tendrá ningún valor como estudio, pero puede servir para poner sobre el mantel un problema que no todo el mundo valora como una verdadera amenaza para nuestra herpetofauna. Si se repiten continuamente en el tiempo, los atropellos pueden conducir a la rarefacción o incluso la desaparición de especies otrora abundantes y esto, aunque sólo sea a escala local, no es ningún problema sin importancia.

Macho de culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), atropellado en un camino agrícola asfaltado.

 Los resultados obtenidos pueden remitirse después a la dirección de correo electrónico herpetologia_larioja@yahoo.es . Para poder publicarlos posteriormente en el blog será necesario que se incluya la fecha y el lugar del atropello, si se conoce la especie encontrada bien, si no... también. Se trata únicamente de ofrecer una muestra de la masacre de ofidios que se produce cada año en nuestras carreteras, por lo que no es necesario ir parando el coche cada vez que veamos una serpiente atropellada para confirmar la especie. En principio la idea es ceñirse sólo a vías asfaltadas, si se encuentra algo atropellado en un camino o pista de tierra, no es necesario apuntarlo.

Restos de una culebra lisa meridional (Coronella girondica), aplastados sobre el asfalto.

Restos de una víbora áspid (Vipera aspis), aplastados sobre el asfalto.

 Cada vez es más difícil encontrar culebras bastarda y de escalera de gran tamaño. Es algo que me llama la atención todos los años, cuesta verlas incluso atropelladas. El motivo en mi opinión es bien sencillo... no llegan a viejas. Resulta muy preocupante observar como la mayoría de las culebras bastardas adultas atropelladas rondan el metro de longitud, rara es la que llega al metro y medio, y sin embargo en la bibliografía, se citan con frecuencia ejemplares de dos metros o incluso más. Afortunadamente estas culebras son capaces de reproducirse mucho antes de alcanzar tan enormes dimensiones, aunque siempre pondrá más huevos una culebra de metro y medio que otra que mida 80 centímetros. No sería la primera vez que una especie de reptil ve reducida su talla corporal, los lagartos gigantes de Canarias -gen. Galliota- son un ejemplo de ello.

 Muchas gracias de antemano a todos aquellos que os animéis a participar...

     Herpetosaludos!