Sierra de Francia

 Acabo de pasar un par de días por tierras salmantinas en busca de herpetos. Prácticamente no ha parado de llover, lo cual puede parecer idóneo para la observación de algunos anfibios. Pero sin embargo no ha sído fácil dar con la mayoría de especies. Me las prometía muy felices, dado que conocía un antiguo restaurante abandonado, el cual tenía una piscina-trampa en la que poder encontrar todo tipo de anfibios. Sin embargo, lo han derruido y están comenzando unas obras, vaya una forma de empezar, la primera en la frente. De modo que me tuve que currar lo de ver anfibios por las noches con una cutre-linternilla comprada de urgencia, pues me dejé el frontal en casa.

Vista de la Peña de Francia (1.727m) durante el único
momento en que las nubes dejaron ver su cumbre.

 Poca abundancia de bichos la verdad. Las dos especies más comunes me parecieron la rana patilarga (Rana iberica) y la salamandra común (Salamandra salamandra bejarae). De la primera ví cantidad de ejemplares juveniles y sólo un adulto, de la segunda había cientos de larvas en cada punto de agua, pero de los adultos ni rastro. Pregunté a un paisano y me dijo que había muchísimas, que a él se le metían incluso en casa, pero ni una. No encontré ni siquiera un sólo sapo atropellado en la carretera, sólo un diminuto sapo común (Bufo bufo spinosus) atrapado en una arqueta. También vi varios jóvenes de tritón jaspeado (Triturus marmoratus) y un tritón ibérico (Lissotriton boscai) adulto al que no pude fotografiar por torpe y manazas. Mucho más abundante era la rana verde (Pelophylax perezi), o la ranita de San Antonio (Hyla arborea), de las que se escuchaban a cientos al caer la noche. Una especie de la que esperaba ver ejemplares en abundancia era el gallipato (Pleurodeles waltl), menos mal que tuve suerte y pude encontrar uno atrapado en un paso canadiense.

Rana patilarga (Rana iberica).

Larva de salamandra (Salamandra salamandra bejarae).

Ejemplar de tritón jaspeado (Triturus marmoratus).

Arroyo Gavín. 

Ejemplar juvenil de sapo común (Bufo bufo spinosus).

Ranita de San Antonio (Hyla arborea molleri).

Gallipato (Pleurodeles waltl).

Embalse de El Cabaco.

Rana común (Pelophylax perezi).

  Afortunadamente hubo un rato que dejó de llover e incluso salió un solecito que invitaba a quitarse la chaqueta. Había llegado el turno de los reptiles -con los que yo ni siquiera contaba dada la meteorología-. En cosa de un par de horas pude ver muy abundante lagartija colilarga (Psammodromus algirus), tres preciosos ejemplares de lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi), dos de lagartija ibérica (Podarcis hispanica), un eslizón tridáctilo (Chalcides striatus) y hasta dos especies de serpientes; dos jóvenes de culebra de escalera (Rinechis scalaris) y una culebra viperina (Natrix maura). A pesar del mal tiempo, contento puedo estar de lo observado.

Lagartija colilarga (Psammodromus algirus).

Macho de lagarto verdinegro (Lacerta schreiberi).

Lagartija ibérica (Podarcis hispanica).

Juvenil de culebra de escalera (Rhinechis scalaris).

Culebra viperina (Natrix maura).

Arroyo de El Maillo.

Panel informativo.

Un confiado zorro común (Vulpes vulpes).

 La Sierra de Francia, es un lugar privilegiado para la observación de anfibios y reptiles. En sus numerosos arroyos y fuentes también pueden encontrarse otras especies como los sapos parteros común e ibérico y el sapillo pintojo ibérico. En los ríos y balsas se encuentran también galápagos leprosos y europeos, el suelo arenoso de sus robledales es idóneo para especies como el sapo de espuelas o la culebrilla ciega y en los vastos canchales de sus cumbres se encuentran especies como la víbora hocicuda o la lagartija batueca endémica de la zona y al parecer gravemente amenazada.

 Otras joyas faunísticas de la zona son el lobo, la cabra montés, la cigueña negra o el buitre negro.

     Herpetosaludos!