martes, 17 de abril de 2012

Viaje a Marruecos

 Hace unos días regresé de un viaje herpetológico por Marruecos. En él me acompañaron Aitor -Fustiñana- e Ignacio -Sádaba-. Ambos hicieron que atravesar en coche la península se hiciese cortísimo. Más al sur se nos unieron tres viajeros más, Luis y Tere -Loja- y Barny -Estepona-.


Itinerario seguido durante el viaje.


 Cruzamos el estrecho en dos todoterrenos y dimos la vuelta completa al país vecino. No teníamos, en principio, intención de realizar un recorrido tan largo, pero el mal tiempo nos fue empujando hacía el sureste y así, huyendo de las borrascas -que parecían perseguirnos- acabamos en la costa oeste, casi en Sáhara Occidental.


 Día 30 de marzo; del Estrecho de Gibraltar al Jbel Tazekka.

 Cruzamos temprano el estrecho en un ferry de Algeciras a Tánger. Una vez pasado el control fronterizo tomamos la autopista dirección Rabat y pisamos el acelerador rumbo al sur. Primera parada; el alcornocal de la Mamora, nada más bajar de los coches encontramos un macho de culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), culebra de cogulla cccidental (Macroprotodon brevis), culebrilla ciega tangerina (Blanus tingitanus), gallipato (Pleurodeles waltl), tortuga mora (Testudo graeca) y un escincído de gran tamaño; el bulán (Eumeces algeriensis).


Alcornocal de la Mamora; al este de Kénitra y Rabat.

Ejemplar macho de culebra bastarda (Malpolon monspessulanus).

Culebrilla ciega de Tánger (Blanus tingitanus).

Culebra de cogulla occidental (Macroprotodon brevis).

Bulán (Eumeces algeriensis).

Joven ejemplar de gallipato (Pleurodeles waltl).

Tortuga mora (Testudo graeca).


 Comemos y nos dirigimos al oeste, dirección Taza. Comienza a llover con fuerza mientras cruzamos un país que parece Asturias y llegamos a Taza al anochecer. La lluvia amaina y tenemos por delante una noche excelente para la observación de anfibios. Tras tomar un té, nos adentramos en el Parque Nacional Jbel Tazekka. Aquí podemos observar endemismos marroquíes como el sapillo pintojo marroquí (Discoglossus scovazzi), o el sapo partero marroquí (Alytes maurus). También ejemplares de ranita meridional (Hyla meridionalis), sapo moruno (Bufo mauritanicus) y sapo común (Bufo bufo spinosus) -muy escaso en Marruecos-. Buscamos sin fortuna algún ejemplar adulto de salamandra magrebí (Salamandra algira), la noche es excelente, pero no tenemos suerte. Si vemos, en cambio, bastantes larvas de la especie en un limpio arroyo que discurre a lo largo de un barranco.


Sapo moruno (Bufo mauritanicus).

Ranita meridional (Hyla meridionalis).

Sapillo pintojo marroquí (Discoglossus scovazzi).

Sapo común (Bufo bufo spinosus).

Larva de salamandra magrebí (Salamandra algira).


 Cena frugal a horas intempestivas y acampada en un claro -en Marruecos la acampada es libre-, comenzó a llover al poco de embozarse uno en el saco.


 Día 31 de marzo; Los altiplanos de Debdou y el Rekkam (de Jbel Tazekka a Tendrara).

 Amanecemos entre canchales, encinas y pinsapos. Desayunamos y en una fuente, tenemos ocasión de volver a fotografiar los dos endemismos marroquíes. Comienza a diluviar y abandonamos el Jbel Tazekka para ir adentrándonos poco a poco en la región de los altiplanos.


Panorámica en Jbel Tazekka.

Sapo partero marroquí (Alytes maurus).

Bucólica imagen de Arróspide y la Hyla...


 Una parada en Aït Fritissa nos permite observar nuevas especies como el eslizón ocelado (Chalcides ocellatus subtypicus), o la culebrilla mora (Trogonophis wiegmanni). También disfrutamos con otras menos espectaculares, como el sapo verde magrebí (Bufo boulengeri), o la rana verde norteafricana (Pelophylax saharicus). Permanecemos largo rato tomando fotografías de todas ellas, para asombro y disfrute de la chiquillería del lugar.


Ejemplar joven de eslizón ocelado (Chalcides ocellatus subtypicus).

Culebrilla mora (Trogonophis wiegmanni).

Rana verde norteafricana (Pelophylax saharicus).

Amplexus de sapo verde magrebí (Bufo boulengeri).

Tere y los niños en Aït Fritissa.


 Con un tiempo de perros ascendemos por empinadas pistas hasta las vastas mesetas del este marroquí al tiempo que disfrutamos del vuelo del águila perdicera (Hieraaetus fasciatus). El levantamiento de piedras en la Gaada de Debdou, sólo nos ofrece un nuevo ejemplar de culebrilla mora y varios escorpiones. Corre un viento atroz, nada propicio para la observación de reptiles y prácticamente sin parar llegamos a la meseta del Rekkam. Allí nos sale al paso una tortuga mora cruzando el camino, resulta sorprendente su estado de actividad, dado el viento y el frío reinantes.


Panorámica en la Gaada de Debdou.

Pista a través de la meseta del Rekkam.

Lagartija manchada (Acanthodactylus maculatus).

Macho de agama común (Agama impalearis).


 El sol ya brillaba bajo, cuando al levantar una piedra encontramos un ejemplar de lagartija manchada (Acanthodactylus maculatus). Al anochecer, de regreso al asfalto, una parada para observar un grupo de tarros canelos (Tadorna ferruginea) nos permite hacer lo mismo con un macho de agama común (Agama impalearis), un ejemplar de un hermoso color rojizo.

 Llegamos a Tendrara, nos apartamos de la población tomando un camino y montamos el campamento al resguardo de los coches, azotados por el vendaval.


 Día 1 de abril; Huyendo de la tempestad (de Tendrara a Erg Chebbi).

 Al despertar un manto de nubes cubre el cielo, aunque el viento ha cesado. En lo que desayunamos y recogemos el campamento, observamos alondra cornuda sahariana (Eremophila bilopha), e Ignacio encuentra otro agama, esta vez una hembra.


Hembra de agama común (Agama impalearis).


 Teníamos intención de llegar más al este, hasta el Chott Tigri y las montañas de Figuig, pero dada la climatología decidimos prescindir de ello y continuar nuestra ruta hacía el suroeste, hasta la región del Tafilalt.

 A mediodía metidos ya en pleno desierto, paramos a comer al pie de unas colinas en las que encontramos nuevamente un ejemplar de lagartija manchada, lagartija de duméril (Acanthodactylus dumerili), la enorme salamanquesa del desierto (Tarentola deserti) y lo que para muchos de nosotros ha significado la especie estrella del viaje... La víbora cornuda (Cerastes cerastes), nada más y nada menos que 5 ejemplares distintos -4 jóvenes y un adulto-.


Salamanquesa del desierto (Tarentola deserti).

Lagartija de duméril (Acanthodactylus dumerili).

Ejemplar adulto de víbora cornuda (Cerastes cerastes).

Ejemplar juvenil de víbora cornuda (Cerastes cerastes).

Retrato del mismísimo diablo; Cerastes cerastes.

La familia al completo; Cerastes cerastes.

Hábitat de Tarentola deserti, Acanthodactylus dumerili y Cerastes cerastes.


 Tras disfrutar de semejantes animales, los dejamos tranquilos en su refugio y seguimos nuestro camino. Llegamos ya de noche al Erg Chebbi, allí nos alejamos de la pista principal lo bastante como para acampar tranquilos y pasamos la noche con la esperanza de que la climatología no nos juegue una mala pasada.


 Día 2 de abril; de Erg Chebbi a Nkob.

 Aunque llovió algo durante la noche, el día amaneció prácticamente despejado. Tras despertar damos un paseo por la dunas en busca de rastros de reptiles, pero no encontramos nada -cosa bastante lógica teniendo en cuenta el viento y la lluvia-. Más tarde, tomamos la pista que lleva a los albergues Yasmina y Caravanne, la seguimos sin detenernos hasta adentrarnos en un mar de arena en el extremo noreste del Erg Chebbi.


Albergues turísticos frente a las dunas de Erg Chebbi.


 Buscamos reptiles en este lugar, pero apenas encontramos nada, sólo alguna lagartija de Duméril y un rapidísimo ejemplar de Culebra de las Arenas o Bucerring (Psammophis schokari), al cual resulta utópico tomarle una fotografía. Caminando por el desierto, Ignacio levanta un Chotacabras Egipcio (Caprimulgus aegyptius) del suelo, como él dice "otra muesca en la culata".

 Continuamos bordeando el Erg Chebbi por su extremo oriental. Vamos parando de vez en cuando, pero no encontramos nada verdaderamente descacable. Tan sólo un macho de Gorrión Sahariano (Passer simplex) que observamos Aitor, Ignacio y yo en una pequeña villa por la que pasamos.


Falsa Cobra (Scutophis moilensis) atropellada en la carretera entre Taouz y Merzouga.


 Salimos de nuevo a la carretera. Tenemos intención de tomar la pista que discurre de Taouz a Zagora, pero nos advierten de que no se puede pasar, pues se encuentra cortada debido a las crecidas de los oueds de la zona -algo que ya nos estábamos temiendo-. De vuelta a Rissani encontramos una Falsa Cobra (Scutophis moilensis) recientemente atropellada -una verdadera lástima no haberla observado con vida-, paramos a comer, el tiempo empeora y tomamos la carretera Rissani-Tazzarine.

 Una parada junto a la localidad de Achbarou, nos permite observar un ejemplar juvenil de Geco Cantor (Tropiocolotes algericus). Lo estamos fotografiando cuándo empieza a llover. Paramos a tomar un té en Alnif, mientras, cae una buena tromba de agua y un muchacho nos comenta que lleva más de una semana lloviendo, lo cual explica la escasez de actividad reptiliana.


Ejemplar juvenil de Geco Cantor (Tropiocolotes algericus).

Geco Elegante (Stenodactylus mauritanicus).


 La noche nos sorprende llegando a Nkob, casi atropellamos a un ejemplar de Geco Elegante (Stenodactylus mauritanicus) que se encontraba en la carretera y acampamos en una llanura con acacias. Hemos dejado atrás la borrasca y dormimos con el arrullo de los chotacabras egipcios como telón de fondo.


 Día 3 de abril; La ruta de Jbel Bani (de Nkob a Tata).

 El mal tiempo no duerme, y durante la noche transcurrida las nubes cubren de nuevo el cielo. Continuamos nuestro viaje hacia el oeste. Hacemos varias paradas, pero sólo observamos un agama y varios escorpiones. Bajo una piedra, encontramos uno de ellos devorando un solífugo. Llegados al valle del oued Draa y bajo una lluvia torrencial, lo ascendemos hasta la localidad de Agdz. Desde este punto nos desviamos hacía Foum-Zguid, donde comemos caliente en un restaurante por primera y última vez en todo el viaje.


Escorpión (Androctonus amoreuxi) devorando un solífugo (fam. Galeodidae).


 Cruzamos el Jbel Bani y camino de Tata, encontramos una muda de Culebra Argelina (Hemorrhois algirus) y dos ejemplares de Geco Cantor. Mas tarde en un oued podemos observar Avión de Pantano (Riparia paludicola), así como pequeños cardúmenes de barbos (Barbus sp.), una especie de cíclido autóctono de Marruecos (Tilapia zillii) y un ejemplar de Galápago Leproso (Mauremys leprosa saharica) que Aitor descubre con su entrenada vista.


Paisaje cercano a Tata.

Ejemplares adulto y juvenil de Geco Cantor (Tropiocolotes algericus).

Ejemplar de Galápago Leproso (Mauremys leprosa saharica).


 Al anochecer llegamos a Tata, como viene siendo costumbre paramos a tomar un té y aprovechamos para llamar a casa desde un locutorio. Después, hacemos un recorrido nocturno examinando varios aljibes de la zona, en los que encontramos atrapados -y secos- varios sapos y un Lagarto de Cola Espinosa (Uromastyx nigriventris).
 Un viento helador sopla llegada hora de montar el campamento, protegidos por un muro, cenamos queso y embutido, para acabar dormimos -algunos- en el coche.


 Día 4 de abril; La cuenca del Draa (de Tata a Guelmin).

 Nos levantamos y seguimos buscando en los aljibes de la zona. No encontramos nada que rescatar, pero observamos dos nuevas especies de gecos; la Salamanquesa Magrebí (Ptyodactylus oudrii) y la Salamanquesa del Draa (Tarentola boehmei). También encontramos un amblipigio (Musicodamon atlanteus), un extraño tipo de arácnido de aspecto monstruoso, aunque inofensivo.


Salamanquesa Magrebí (Ptyodactylus oudrii).

Salamanquesa del Draa (Tarentola boehmei).

Arácnido del orden de los amblipigios; (Musicodamon atlanteus).


 Seguimos dirección Guelmin. Paramos cerca de Oum el Alek, dónde servidor pudo ver la rara Mesalina de las Hamadas (Mesalina rubropunctata) en el año 2008, pero sólo vemos alguna Mesalina de Anteojos (Mesalina guttulata). Aunque hoy luce el sol y el calor aprieta, apenas encontramos reptiles activos, aun no hemos visto ningún Uromastyx -ni siquiera atropellado-, y ello empieza a hacer mella en el ánimo.


Paisaje cercano a Oum el Alek.

Mesalina de Anteojos (Mesalina guttulata).


 Llegamos a Guelmin, por el camino hemos visto una Bucerring y un ejemplar de Culebra Diademada (Spalerosophis dolichospilus) aplastadas en la carretera. Pasado Guelmin paramos con las últimas luces en el oued Assaka, dónde podemos observar de nuevo Rana Verde Norteafricana, y las subespecies propias del sur marroquí de Galápago Leproso y Salamanquesa Común (Tarentola mauritanica juliae).


Salamanquesa Común (Tarentola mauritanica juliae).


 Ya de noche, recorremos las carreteras de la zona en busca de serpientes nocturnas, pero como viene siendo habitual se ha levantado un fuerte viento y se escapa alguna gota, por lo que una vez más nos acostamos con la sensación de que nos falta algo.


 Día 5 de abril; Rumbo al sur (de Guelmin a Tan-Tan).

 Los dos días siguientes serán dedicados a revisar los abundantes aljibes que hay en la zona y rescatar a los ejemplares que pueda haber atrapados en ellos, una tediosa tarea que en lugares como éste -repletos de galerías de roedores-, resulta la forma más segura de encontrar especies, sobre todo de serpientes.

 Mirando de un lugar a otro y levantando piedras podemos rescatar y/o observar Geco Elegante, Geco de Casco (Geckonia chazaliae), Geco de Agadir (Saurodactylus brosseti) -creo que queda bien claro que Marruecos es el país de los gecos-, Culebra de Herradura (Hemorrhois hippocrepis), Sapo Verde, Agama Común y un afortunado Erizo Moruno (Atelerix algirus). Lamentablemente, llegamos demasiado tarde para cantidad de erizos, varios eslizones moros (Chalcides polylepis) y para dos pequeñas cobras (Naja haje).


Geco de Casco (Geckonia chazaliae).

Geco Elegante (Stenodactylus mauritanicus).

Ejemplar juvenil de Geco de Agadir (Saurodactylus brosseti).

Ejemplar juvenil de Culebra de Herradura (Hemorrhois hippocrepis).


 Cerca del aljibe de las cobras, en una pequeña aldea, un hombre nos dice que hace dos días se vio una cobra de gran tamaño cerca de las casas. Llama a la mujer que se encontró con la serpiente y esta muerta de miedo, nos lleva hasta el agujero dónde la perdió de vista con la pretensión de que cavemos y nos llevemos la serpiente. Tratamos de explicarles -ya tenemos a toda la aldea rodeándonos- que la serpiente se ha podido ir perfectamente a otro lugar, que hay muchas galerías, pero no atienden a razones e incluso el hombre que nos habló de la cobra comienza a cavar hasta que alguien imita el siseo de una serpiente... momento en el suelta la azada y sale corriendo... A pesar de que estaban convencidos de que la cobra estaba allí, nos marchamos de la zona.


Lagartija de El Aaiún (Acanthodactylus busacki).

Aitor, sacando primeros planos.

Bucerring (Psammophis schokari).

¡Arriba las manos!.. Luis, tras un momento de introspección.

Paisaje cercano a Tan-Tan.

Eslizón de arena Occidental (Sphenops sphenopsiformis).


 Por la tarde seguimos revisando aljibes siguiendo la carretera hacia Tan-Tan. Rescatamos una Bucerring y una Culebra de Herradura, vemos Lagartija de El Aaiún (Acanthodactylus busacki) y llegamos a una zona de dunas cercana a Playa Blanca. Aquí encontramos un Eslizón de Arena Occidental (Sphenops sphenopsiformis) y por supuesto escorpiones. De noche, deshacemos el trayecto recorrido durante el día hasta encontrar un buen lugar donde acampar.


 Día 6 de abril; Sidi Ifni (de Guelmin a Agadir).

  Octavo día de viaje -allí uno pierde la cuenta-, aljibes y más aljibes y afortunadamente muchos menos animales caídos en ellos de los que cabría esperar. De nuevo en el oued Assaka, vemos Galápago Leproso. Camino de Sidi Ifni, vemos un Gato Montés Africano (Felis lybica) atropellado y encontramos un Eslizón Moro, condenado a morir en un aljibe lleno de agua del que no podemos rescatarlo. No se ve ni un reptil, ni siquiera muerto sobre el asfalto. Comemos bajo un arganero y cerca de Sidi Ifni vemos un Bulán, especie que no nos imaginábamos tan al sur. Llegamos a Sidi Ifni y tras un té y un helado revisamos más aljibes situados al sur del puerto.


Acampada cerca de Guelmin.

Bulán (Eumeces algeriensis).

Barco varado al sur de Sidi Ifni.

Barny e Ignacio en los restos del naufragio.


 Llegamos a una playa con un par de barcos encallados, corroidos por el salitre. A pesar de estar muy vistos se prestan para la foto.

 Atardece y ponemos rumbo al norte, con el fin de acortar distancia para la vuelta a casa. Dormimos pasado Agadir, acampados junto a la autopista.


 Día 7 de abril; El regreso (de Agadir a Tánger).

 Este día lo pasamos entero en la carretera si exceptuamos una parada para comer y otra de nuevo en el alcornocal de la Mamora. Tomamos la autopista Agadir-Marrakech y de ahí seguimos por autopista a Settat-Casablanca-Rabat. En la Mamora encontramos de nuevo Culebrilla Ciega Tangerina y Culebra Bastarda, esta vez una hembra. Aunque la idea era hacer noche por allí, decidimos seguir hasta Tánger y cruzar cuanto antes el estrecho en el ferry de las 23:00 horas.


Hembra de Culebra Bastarda (Malpolon monspessulanus).


 En total fueron 40 las especies encontradas, 9 anfibios y 31 reptiles si tenemos en cuenta los ejemplares de las especies halladas sin vida. Según nuestros compañeros andaluces, hemos tenido mala suerte en este viaje debido a la climatología. Una mala suerte relativa, pues al "fondo norte" nos ha parecido una pasada.

 Personalmente en mis cinco viajes anteriores a Marruecos no había observado una variedad de especies así ni de lejos -11 especies era mi récord-. Cierto es que nos han quedado especies teóricamente fáciles de ver, pero... una vez más, como siempre, hemos dejado una excusa para volver.


 *Las consecuencias de viajar a Marruecos en coche:

 El hecho de viajar en coche desde el norte de la península hasta Marruecos, puede resultar agotador. Pero si tienes tiempo, también te permite visitar privilegiados enclaves naturales del sur ibérico como la Sierra de Andújar, el Parque Natural de Los Alcornocales, o las sierras de Cazorla y Segura...


Culebrilla Ciega Ibérica (Blanus cinereus); Sierra de Andújar.

Ejemplar juvenil de Culebra Bastarda (Malpolon monspessulanus); Sierra de Andújar.

Juvenil de Lagarto Ocelado (Timon lepidus); Sierra de Andújar.

Lince Ibérico (Lynx pardinus) atravesando cómodamente un vallado; Sierra de Andújar.
Foto: Aitor Valdeón.

Lagartija Andaluza (Podarcis vaucheri); Los Alcornocales.

Salamanquesa Rosada (Hemidactylus turcicus); Los Alcornocales.

Lagartija Cenicienta (Psammodromus -hispanicus- occidentalis); Los Alcornocales.

Tritón Pigmeo (Triturus pygmaeus); Los Alcornocales.

Culebra de Cogulla Occidental (Macroprotodon brevis); Los Alcornocales.

Sapillo Pintojo Meridional (Discoglossus jeanneae); Los Alcornocales.

Lagartija Ibérica (Podarcis hispanica); Sierra de Segura.

Lagartija de Valverde (Algyroides marchi); Sierra de Segura.

Sapo Partero Bético (Alytes dickhilleni); Cazorla.

Tres "furtivos" en la Sierra de Cazorla.


 ...sin duda ha merecido la pena.

     Herpetosaludos!

15 comentarios:

  1. Vaya panzada de kilómetros! Pero mereció la pena por lo que veo...

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  2. Peazo ruta os habeis pegado, y vaya cantidad de buenas fotos con que nos deleitas. Ya espero la segunda parte. Un saludo

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  3. Magnifica expedición, y si es en compañía de buenos amigos mejor. Tengo ganas de marcarme una ruta a este nivel. La verdad, esta zona que has muestreo es preciosa y rica en herpetos, merece la pena.
    Mi enhorabuena por tu blog y por compartir con todos estas experiencias.
    Un saludo
    Abel

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  4. ¡Vaya pasada!. Me encanta la última foto del geco elegante y, como no, las de las cerastes.

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  5. La verdad que el viaje fue una gozada, y en buena compañía. A pesar de lo que digan los andaluces, para mí ha sido el mejor viaje bichero en el que me he embarcado hasta la fecha. La única corrección es que el que tuvo vista de águila para ver el galápago leproso en el oued fue Luis. El que ví yo era el de Andújar...

    Venga, habrá que ir ahorrando para el próximo, je, je, je...

    Un abrazo!!!

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  6. Bueno, pues el mérito para Luis.
    Que se vaya preparando Slovenia...

    Un abrazo!

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  7. Tremendo viaje, Javier!! yo ya lo tengo crudo para estas cosas, jaja, me conformaré con alguno más doméstico... A ver cuando quedamos.

    Un abrazo

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  8. Hola,soy Ignacio Arrospide ,mando un fuerte saludo a todos los amantes de la naturaleza que leeis estos temas, me lo he pasado muy bien viendo toda esta muestra de biodiversidad, que nos ha brindado este viaje y ademas con tan buena compañia.

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  9. Buenas chicos
    Bajar al Moro siempre es bueno, aunque sea en diciembre, lo que pasa es que para ser abril y por culpa de la meteo, pues ha habido ausencias muuuuy destacables. Pero bueno, el balance es muy positivo y alguna muesca se ha hecho. Además, así hay que volver a bajar.
    Cuando queráis repetimos (¿no Javier?), pero para Slovenia, mejor Grecia o Turquía, por aquello de las posibles muescas.

    Un abrazo, "furtivos"
    LGC

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  10. Joder, pedazo de viaje herpetologico el que hicisteis, y para acabar a la vuelta encima visteis al lince. Ha sido ver la entrada y querer volver a Marruecos. Enhorabuena por las cosicas que visteis y un saludo!

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    1. Un saludo Conrado. Fue un placer conocerte a nuestro regreso, a ver si coincidimos alguna otra vez.

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    2. excelente contenidoooooo felicidades

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