Resultados del primer muestreo de galápagos en la Reserva Natural de los Sotos de Alfaro

 La noche del 19 al 20 del pasado mes de junio la pasé en compañía de mi amigo Aitor Valdeón entre la llovizna. Estábamos pendientes de los movimientos de un galápago marcado con radiotracking y sufriendo los rigores que conlleva pernoctar en el coche, cuándo en mitad de una insomne conversación, mi compañero de afición y tormento me propuso la idea de preparar -ya para 2013- unos muestreos sobre galápagos en La Rioja como parte de la tesis que esta desarrollando sobre estas criaturas...

 Pero la cosa se adelantó y -una vez obtenidos los permisos necesarios y reunido el grupo de participantes- durante parte de los meses de agosto y septiembre de 2012 hemos estado muestreando galápagos en la reserva natural de los sotos de Alfaro, constatando la presencia de tres especies; galápago europeo (Emys orbicularis), galápago leproso (Mauremys leprosa) y el introducido galápago americano (Trachemys scripta).

Vista de un hermoso ejemplar juvenil de galápago leproso (Mauremys leprosa).

Imágenes correspondientes a tres hembras de
 galápago europeo (Emys orbicularis).
 Fotos: Ricardo Zaldívar y Carlos Zaldívar.

 Se muestrearon cuatro puntos diferentes dentro de la reserva, de los cuales sólo dos dieron resultados positivos. En uno de ellos se capturaron cinco ejemplares de galápago europeo -tres hembras y un macho, todos ellos adultos, más otro macho juvenil- así como una hembra de gran tamaño de galápago leproso. En el otro lugar fueron muestreados dos machos de galápago leproso -uno adulto y otro juvenil- así como dos ejemplares adultos de galápago americano, de los cuales uno no pudo ser capturado. A cada ejemplar autóctono se le extrajo una muestra genética, fue marcado, medido, pesado y posteriormente liberado. Por su parte, el ejemplar de galápago americano que sí pudo ser capturado fue entregado al centro de recuperación de fauna silvestre de La Fombera, situado en Logroño.

Aitor y Carlos tomando medidas de un ejemplar de galápago leproso (Mauremys leprosa).

Proceso de marcaje de un galápago mediante
 el método de Cagle (muescas periféricas).
  Fotos: Ricardo Zaldívar.

 El objetivo de este estudio ha sido el de conocer la población real de estas especies en la reserva y establecer los principales núcleos poblacionales. Hay que tener en cuenta que los galápagos autóctonos, además de estar protegidos por la ley a nivel europeo, son dos grandes desconocidos en la Comunidad Autónoma de La Rioja, estando aquí sus poblaciones gravemente amenazadas.

 Resulta extremadamente seria la presencia en el medio del galápago americano, una especie invasora muy agresiva que es vendida a diestro y siniestro por las tiendas de animales en forma de pequeñas tortuguitas y que sus dueños -una vez que crecen tanto que no pueden ser mantenidas en casa- liberan de forma irresponsable en el campo, ignorando las consecuencias que ello puede tener sobre el ecosistema.

Ricardo y César liberando tres preciosas hembras de galápago europeo (Emys orbicularis).
 Foto: Carlos Zaldívar.

 *El río Ebro; Un paraíso para las especies invasoras:

Un precioso ejemplar de percasol (Lepomis gibbosus) una especie
introducida capaz de causar graves daños en los ecosistemas por
tratarse de un ávido devorador de puestas y alevines.
Foto: Carlos Zaldívar.

 Durante el muestreo no solamente se ha constatado la presencia exótica del galápago americano. Mediante el mismo método de captura empleado para los galápagos, fueron hallados también innumerables individuos de especies exóticas invasoras como el cangrejo rojo (Procambarus clarkii), el carpín (Carassius auratus), la carpa (Cyprinus carpio), el pez gato (Ameiurus melas), el percasol (Lepomis gibbosus) o la gambusia (Gambusia holbrooki), habiéndose constatado la presencia de tan sólo dos especies autóctonas pertenecientes a la fauna ictícola; el gobio (Gobio lozanoi), y la madrilla (Parachondrostoma miegii).

¡A la caza del galápago! Foto: Carlos Zaldívar.

 Aunque con reservas, personalmente considero los resultados del muestreo satisfactorios, sobre todo teniendo en cuenta que no ha sido llevado a cabo en la época del año más apropiada para la actividad de estos animales. El año que viene, si el mundo no se acaba, doblaremos los esfuerzos por encontrar nuevos ejemplares de estas esquivas especies.

     Herpetosaludos!