Identificación de "culebras grandes"

 Las culebras bastarda (Malpolon monspessulanus) y de escalera (Rhinechis scalaris), son dos serpientes que no se encuentran emparentadas y que ni tan siquiera se parecen. Sin embargo, ambas son especies comunes que alcanzan gran tamaño, tienen requisitos ecológicos similares y resultan relativamente fáciles de encontrar. Por eso a continuación, veremos sus principales características y aprenderemos a diferenciarlas cómodamente.

Culebra de escalera (Rhinechis scalaris) atropellada en un camino
 rural recientemente asfaltado.

 Son fáciles de encontrar... sobre todo en el asfalto. Allí encuentran las condiciones ideales para tomar el sol y calentar sus cuerpos, quedando a merced de nuestros neumáticos. El lamentable resultado, es de sobra conocido...

 Son serpientes terrestres, rápidas y ágiles, de constitución alargada y aspecto formidable. Gustan de vivir en lugares soleados, en los que exista gran cantidad de refugios como piedras y vegetación herbácea o arbustiva. Pueden encontrarse en la práctica totalidad del territorio riojano, con excepción de los lugares más umbríos y de mayor altitud de la sierra.

Rhinechis scalaris

-Culebra de escalera-

Culebra de escalera (Rhinechis scalaris); Ejemplar adulto de más de 120 centímetros.

 La culebra de escalera mide alrededor de 1 metro, alcanzando una longitud de unos 120 centímetros, a veces incluso más. Es una serpiente áglifa, grande y fuerte que mata a sus presas por constricción, mostrando ambos sexos caracteres similares -si bien, los machos tienen la cola más larga que las hembras-. Debe su nombre al diseño dorsal que lucen los ejemplares juveniles, que va desapareciendo con la edad hasta quedar reducido a dos líneas longitudinales de color oscuro. Es de color pardo claro, a veces con un hermoso tono rojizo, otras con aspecto grisáceo. El vientre es blanco sucio, color crema, a veces con manchas grisáceas poco aparentes. Puede presentar manchas más oscuras a lo largo de todo el cuerpo, así como una característica brida tras los ojos, siendo ambos caracteres vestigios del patrón juvenil.

Rhinechis scalaris; Escama rostral prominente.
Una escama loreal.

 Posee normalmente ocho escamas supralabiales, de las cuales la cuarta y la quinta se encuentran en contacto con el ojo, aunque no es raro encontrar ejemplares con dos o más escamas fusionadas entre sí. Como casi todas las culebras tiene las escamas lisas y presenta una sola escama loreal, siendo muy característica la escama rostral prominente y fuertemente insertada entre las internasales. Tiene también una escama frontal grande y ancha.

Rhinechis scalaris; Escama rostral insertada entre las
internasales. Escama frontal ancha.

 Aunque su presencia sobrepasa los 1.000 metros en la mitad este de La Rioja, no sube mucho en altitud y se encuentra a menudo por debajo de los 800 metros sobre el nivel del mar. Su hábitat óptimo lo encuentra en el dominio del carrascal, así como sus sucesivas etapas de degradación -coscojares, aulagares, etc.- Pudiendo encontrase en gran variedad de ambientes, teniendo predilección por lugares secos y pedregosos como eriales, viñas, cultivos de secano e incluso inmediaciones de núcleos urbanos.

Ejemplar juvenil de culebra de escalera (Rhinechis scalaris).

 Juveniles: Los ejemplares jóvenes miden al nacer unos 20 centímetros, exhibiendo un característico dibujo en forma de escala de color negro que se va diluyendo con la edad del animal. Su coloración suele ser amarillenta, con o sin un ligero matiz verdoso, aunque a veces son grises. Presentan unas manchas muy características en la cabeza debajo y tras los ojos que a veces permanecen visibles cuando son adultos. El vientre es grisáceo en los recién nacidos, pudiendo presentar un aspecto ajedrezado durante su transición a la librea adulta.

Malpolon monspessulanus

-Culebra bastarda-

Culebra bastarda (Malpolon monspesslanus); Macho adulto.

 Larga y esbelta como un látigo, la impresionante culebra bastarda es capaz de sobrepasar fácilmente el metro de longitud, pudiendo alcanzar los machos hasta los dos metros. Aunque en la actualidad resulta muy raro encontrar ejemplares que superen el metro y medio, y las hembras a menudo resultan mucho menores. Los machos adultos carecen de diseño dorsal definido, a excepción de una mancha negruzca situada en la parte anterior del cuerpo y descrita a menudo como una "silla de montar". La cabeza y el dorso son de color verde oliváceo, más o menos pardusco dependiendo del individuo, a veces pardo rojizo, y los flancos se encuentran profusamente moteados de negro y gris azulado. La mayoría de las hembras mantienen el patrón juvenil durante toda su vida, pero algunas presentan también la mancha en forma de silla de montar. El vientre es amarillo, con las intersecciones de las escamas de color oscuro.

Malpolon monspessulanus; Dos escamas loreales.

 Posee una escama frontal alargada y estrecha sobre una frente hundida que unida a sus grandes ojos le confiere una fiera e inconfundible expresión, como si fuera capaz de fruncir el ceño. Además, es el único ofidio ibérico con dos escamas loreales y con las escamas del cuerpo surcadas por una pequeña depresión.

Malpolon monspessulanus; Escama frontal alargada.

 Su distribución en La Rioja es similar a la de la culebra de escalera, aunque asciende más en altitud que ésta, alcanzando en los valles de los ríos Najerilla e Iregua al menos los 1.300 metros. Alcanza su óptimo en el valle del Ebro, en el domino del carrascal y sus etapas de sucesión. Así, se la encuentra tanto en coscojares y zonas de matorral mediterráneo como en eriales y cultivos de secano, olivares o viñedos, ocupando también regadíos, huertas, frutales y sotos ribereños.

Culebra bastarda (Malpolon monspessulanus); hembra subadulta.

 Juveniles: Las culebras bastardas jóvenes miden unos 30 centímetros al nacer. Son de color pardo grisáceo, con un conjunto de manchas más o menos circulares oscuras y mal definidas que forman un dibujo muy críptico en el dorso. Presentan también en los flancos un gran número de pequeñas manchitas grises, blancas y negras. La cabeza se encuentra adornada por un marcado dibujo de manchas claras y oscuras, que en el caso de los machos desaparece con la edad. El vientre es amarillento. La mayoría de las hembras adultas conservan estos caracteres toda su vida.

 Por suerte para ellas, en la mayoría de encuentros con las personas estas serpientes huyen rápidamente antes de que podamos percatarnos de su presencia. Sin embargo, una vez acorraladas hacen frente a su enemigo con una fiereza impropia de un animal inofensivo, de ahí que mucha gente les tema y justifique darles muerte. Ante su visión en el campo hay que mantener la calma, dejarles espacio para que huyan y ya de paso disfrutar de su contemplación. Debemos respetar a estos animales, pues no hacen ningún mal y además son muy beneficiosos para la agricultura debido al gran número de roedores que consumen. Por muy impresionante que sea su comportamiento, en realidad no entrañan ningún peligro para nosotros o nuestras mascotas.

 En cualquier caso, también tienen derecho a la vida.

     Herpetosaludos!