sábado, 9 de mayo de 2020

El gran año de las serpientes

  A principios de año, me vi en la tesitura de qué hacer con mi vida... Tras haber viajado durante dos años consecutivos al corazón de Sudamérica, no existía expectativa ni posibilidad de preparar ningún viaje al extranjero. Me enfrentaba pues ante un año en el que tendría que acudir diariamente a mi puesto de trabajo como un cordero al matadero, sin tener ninguna luz en el horizonte, sin nada que sirviera de consuelo.

https://www.youtube.com/channel/UCPPA8Fm2yHSiA1nR5oZ7Qag/

 Andaba yo dándole vueltas a la cabeza cuando de pronto se me ocurrió una cosa. Me propuse encontrar todas las serpientes autóctonas que de forma natural habitan en la Península Ibérica. Se me ocurrió además que podía hacerlo de forma pública, y así satisfacer mi ego en estos tiempos de postureo y afán de protagonismo. Ya había encontrado una razón para vivir, ahora había que darle forma. El blog se había quedado obsoleto; el autor prácticamente pasa de escribir y la gente sencillamente pasa de leer. Las redes sociales no son para mí; aparte de ser una cuestión de principios no me veo capaz de adaptarme a ellas, todo el día pendiente de la pantallita. Respecto a crear una cuenta en youtube, ni hablamos... me venía muy grande.

 Opté por abrir un canal en telegram sin tener ni siquiera idea de como funcionaba eso, rápidamente me di cuenta de que eso no tenía ninguna miga y liándome la manta a la cabeza me lancé a publicar en youtube, podía hacer el ridículo... pero a estas alturas de la vida eso es algo que me da exactamente igual. 







 ¿Por qué las serpientes?... Porque son unas criaturas que me fascinan y que con el tiempo han ido ganando mi interés. Por eso y porque ya no puedo soportar más la horda de desaprensivos que pueblan la plataforma a imagen y semejanza de un payaso televisivo con pretensiones de pseudoherpetólogo. Se trata de personas que imitan a un farsante de tomo y lomo, unas lo hacen por su juventud y otras porque sencillamente son retrasados mentales, pero todas ellas han tenido el mismo maestro. 

 Lo peor de todo es que al igual que su mentor, esta gente queda como experta en la materia de cara a la opinión general del vulgo. Difunden información completamente errónea sobre la fauna, perpetuando viejos mitos y creando nuevos, dan lecciones de herpetología sin saber algunos ni siquiera hablar y lo peor de todo, animan a la gente a buscar fauna levantando piedras y se pasan puntos donde han encontrado especies mediante coordenadas... Todo ello sin ningún tipo de filtro, a la vista de cualquiera con a saber que intereses y sin mostrar ningún tipo de respeto por nada ni nadie, y mientras tanto, su legión de seguidores aplauden con las orejas y les hacen la ola. 





 Yo no es que sea experto en nada ni más listo que otros, pero llevo más de treinta años saliendo al campo, observando fauna y encontrando serpientes, y sé algunas cosas. Sé que por ejemplo no se puede sacar un sapo de debajo una piedra, manosearlo y ponerlo a pleno sol para que se vea mejor, sé que en ese rato la piedra volteada deja escapar la humedad que mantenía y el sapo se orina una y otra vez deshidratándose. También sé que las serpientes son de carne y hueso y no de titanio, y que no deberíamos zarandearlas de la cola ni levantarlas de la cabeza, a menos que queramos lesionarlas gravemente, pues las vértebras de un animal que se arrastra por el suelo no tienen porqué soportar el peso muerto del resto del cuerpo. 

 En fín, que a mis cuarenta y pocos tacos, ya ves tú... me hice youtuber, y en estás llegó el coronavirus y el confinamiento para robarnos una primavera increíble, una primavera lluviosa y templada que ha tenido que resultar idónea para la observación de serpientes. Una primavera que como un anacoreta he pasado encerrado, contemplativo y penitente, y durante la cual también decidí abrirme una cuenta de instagram. Algo que ya he corregido, afortunadamente, cerrándola...






 Definitivamente el siglo XXI no es para mí, lo cierto es que no puedo soportarlo. He llegado a la conclusión de porqué los blogs están en caída libre frente a las redes sociales, es que la gente no lee. Al igual que un lución no necesita patas para deslizarse entre la hierba, no es necesario leer para darle a me gusta y tener seguidores. 

 Mientras tanto, lo que empezó siendo un pequeño reto, se ha complicado y convertido en una apuesta de muchos cojones... pero aunque hayamos perdido la primavera vamos a seguir intentándolo en la medida de lo posible. Quizás incluso renazca el blog y vuelva a escribir en él, quién sabe.


 Es y será un canal sin medios y ridículo en cuanto a "me gustas" y seguidores, pero en cuanto a calidad...

   ...eso lo decides tú ;)

     Herpetosaludos!

3 comentarios:

  1. Pues me parece perfecto, lo de las redes sociales, parece ser que es por la rapidez, no se te ocurra probar Instagram, hoy he leido a uno que se hace llamar natura....., llamando alimaña a una garduña. Ya me he subscrito a tu Youtube y espero ver buenos y educativos vídeos. Un saludo

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  2. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  3. Mayo del 2020. .::¿ y que pasó?

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