martes, 6 de agosto de 2013

Con nocturnidad y alevosía

 Una vez asentadas las calores veraniegas, la noche se convierte en aliada del observador de herpetos. Los anfibios ya terminaron su época de celo y ahora su actividad es mínima o inexistente -si exceptuamos a las ranas, claro-. Nocturnos de por sí, ya es habitual que huyan de la luz del día en condiciones normales, pero es que ni siquiera los reptiles se atreven a tomar el sol del mediodía en esta época del año -a menos que deseen morir asados- y como mucho, salen de sus escondrijos al amanecer o al caer la noche.


Sapo de espuelas (Pelobates cultripes); individuo metamórfico.


 En estas noches de verano pueden verse ejemplares metamórficos de especies cuyo desarrollo larvario dura varios meses, como los sapos de espuelas (Pelobates cultripes) o los tritones jaspeados (Triturus marmoratus).

Metamórfico de tritón jaspeado (Triturus marmoratus).
 Son especies terrestres, que abandonan el agua tan pronto como pueden, sin haber perdido del todo aún la cola o las branquias. También se observan algunos ejemplares despistados de sapo común (Bufo bufo), que aparentemente estivan en balsas de riego. Tal vez se trate de ejemplares incapaces de encontrar un refugio subterráneo, que optan por escapar del calor dándose un chapuzón...


Sapo común (Bufo bufo spinosus).


 Algo parecido deben pensar las culebras viperinas, que nadan y buscan alimento perfectamente durante la noche, a pesar de ser teóricamente diurnas...


Culebra viperina (Natrix maura).


 Pero no son los únicos amantes del sol que aprovechan la noche para buscar a sus presas...


Culebra lisa europea (Coronella austriaca).

Culebra de escalera (Rhinechis scalaris).


Culebra bastarda (Malpolon monspessulanus);
Ejemplar juvenil encontrado inactivo.
 Rara es la serpiente que no se torna nocturna cuando el clima se lo permite. Al caer la tarde salen de sus escondrijos en busca de roedores y otros pequeños animales. No tienen problemas de termoregulación, pues el suelo, la roca y por desgracia también el asfalto, permanecen calientes durante horas tras todo un día de sol achicharrador. Tal vez la excepción sea la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus), especie de carácter muy termófilo y a la que yo nunca he encontrado activa de noche.

 Son los lagartos los únicos que parecen permanecer fieles a sus costumbres, llevando una actividad escasa y casi crepuscular, generalmente limitada a las primeras horas del día. Sin embargo a las salamanquesas (Tarentola mauritanica), siempre les ha gustado más la noche en torno a las luces, a las que acuden para alimentarse de los insectos que se sienten atraídos por estas.


Salamanquesa común (Tarentola mauritanica).


 Estamos en agosto... el sol se cae a pedazos. Comienzan a eclosionar las puestas más tempranas de nuestros reptiles y los vencejos se marchan a África dejando viudo al verano. Parece increíble, pero ya queda menos para que llegue el invierno.

     Herpetosaludos!

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